#CampeonesDeAmérica: El River de 1986 (Capítulo 1)

Un recorrido por los equipos millonarios que lograron el máximo torneo continental. Las claves futbolísticas de aquel equipo con mística ganadora. Funes, Alzamendi y el gran Beto Alonso.

Lejos del brillo, aquel River fue distinto a muchos conjuntos de la historia millonaria. Luego de la partida de Enzo Francescoli a Racing de París, al hincha no le terminaba de cerrar el juego de aquel equipo del Bambino Veira, sin posesión de pelota, sin estética, no era bastón y galera, como predominaba en la historia de la banda. Ese equipo era muy ordenado tácticamente, jugaba de contragolpe aprovechando la velocidad de Alzamendi y Centurión. Eran letales. Con una personalidad que los caracterizaba, se hacía fuerte donde jugara, tal es así que ganó en los tres países en donde se presentó.

–

Los laterales Gordillo y Montenegro eran dos fieras en la marca. En el medio Gallego, que te mataba, a sus costados Enrique y Alfaro que eran dos tractores, ayudaban mucho a la hora del retroceso.

–

Además de ser letal en los contragolpes, otra virtud de aquel equipo era su feroz defensa. En palabras del propio Bambino: “Era como pasar por Vietnam en medio de la guerra”. La columna vertebral de la defensa era mundialista: Pumpido en el arco y en la zaga central Ruggeri-Gutiérrez, impasables. Los laterales Gordillo y Montenegro que eran dos fieras en la marca. En el medio Gallego, que te mataba, a sus costados Enrique y Alfaro que eran dos tractores, ayudaban mucho a la hora del retroceso y en ofensiva sabían mucho con la pelota. De enganche el Beto Alonso, que tuvo una copa brillante en su último año como jugador profesional. Y adelante, las fieras del gol Centurión-Alzamendi que entre los dos convirtieron trece goles en esa edición. Con siete tantos en la primera fase, Centurión no pudo estar en los partidos decisivos por un doping positivo y es ahí donde apareció la figura del “Búfalo” Funes. Una topadora en la delantera que, en la vuelta en el Monumental, haría el gol para quedar grabado en el recuerdo y el corazón de todos los hinchas de River.