De Calchín a Núñez
Cómo se dio la llegada de Julián Álvarez al conjunto Millonario. Quién lo observó jugando en su pueblo natal, cómo fue la prueba y cuál fue su actuación en los primeros años en Núñez.
Por Germán Balcarce
Podría haber tenido su destino en las cercanías de Parque Lezama después de la experiencia en Madrid (estuvo a prueba del cuadro Merengue en 2011), pero Julián eligió el extremo opuesto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para desembarcar desde Calchín tras exhibir sus cualidades en un certamen realizado en Embalse Río Tercero, provincia de Córdoba.
El pequeño detalle es que en ese sitio no fue visto por River, sino por Argentinos Juniors. Sin la posibilidad de ubicarlo en la entidad de La Paternal, Alfredo Alonso, cazatalentos que observó personalmente a Álvarez, le avisó a Gabriel Rodríguez, coordinador de las Divisiones Inferiores de River, sobre la promesa de apenas 15 años.
Delegado en el Club arque Chas, una institución que nutrió a River de grandes jugadores -entre ellos Javier Saviola-, Alonso le explicó la situación a Rodríguez, quien apeló al ingenio de llevarse al cordobés.
Gabriel Rodríguez cuenta: “Cuando fiché a Julián Álvarez, fue una alegría. Si bien no lo había visto yo en un campeonato de Embalse, lo había visto un antiguo captador que tenía en River, Alfredo Alonso, que en ese momento trabaja en Argentinos Juniors. Al no darle la pensión Argentinos, le sugería a Alfredo que me diera el teléfono del padre. Lo llamé y lo invité a una prueba del nene para que conociera River no solo en la parte futbolística, sino también la pensión, el instituto, con una función educativa”.
“Lo observé en noviembre de 2015 junto a Juanjo Borrelli. Me pareció que tenía las características indicadas de lo que buscábamos en la categoría 2000, así que en 15 minutos decidí su fichaje. En 2016 lo convocamos para la pretemporada y salió campeón en la Séptima, como también al año siguiente en el Torneo Generation de Dallas, contra Flamengo. Se fue formando rápidamente con dos campeonatos en fútbol juvenil, le explica Rodríguez a Revista 1986, luego de consultar su registro personal para mencionar en tiempo y forma cómo de produjeron los hechos.
La prueba fue realizada en noviembre de 2015 y tuvo como lugar la cancha auxiliar número 1 del club, es decir el campo conformado por césped sintético, ubicado a metros del playón y el estadio Monumental.
LA CASA BLANCA
Apenas cuatro presentaciones oficiales registraba Álvarez con el manto sagrado cuando el Muñeco, a falta de opciones entre los atacantes, decidió enviar la señal desde un palco del estadio Santiago Bernabéu para que Matías Biscay decidiera su ingreso en los minutos más tensos e importantes de la historia de River.
Tan sólo tenía 18 años y le tocaba entrar nada menos que en el Superclásico más observado, aquel que definiría la Copa Libertadores lejos de Buenos Aires y de su Calchín natal.
Cualquier otro adolescente hubiera tenido una reacción de nerviosismo, temor u otra sensación adversa para afrontar semejante escenario, pero Julián se insertó rápidamente en el juego e incluso se animó a buscar el arco en más de una oportunidad, soñando con el gol que liquidaría la final eterna. Es cierto que se apresuró en el área rival y que seguramente sus decisiones serían otras si hoy se le presentara el mismo panorama.
Sin embargo, estuvo a la altura de las circunstancias, aportó su granito de arena y, como si se tratara de un chico en Disney, celebró en el impecable césped de la casa blanca del fútbol, ésa que había conocido mucho antes de sumarse a las Divisiones Inferiores de River.
Corría el año 2011 cuando Piero Foglia, director deportivo de Atalaya, el club de la Liga Cordobesa desde el que Julián arribó a River en enero de 2016, consiguió la autorización de los padres de Álvarez para llevarlo a España. Allí estuvo a prueba de manera exitosa en Real Madrid.
“Jugó un torneo, salió campeón, pero no podían ficharlo en FIFA y había que esperar hasta los 16 años. Si hubiera estado la misma reglamentación con la que Messi firmó en Barcelona, Julián hubiese fichado”, confesó Foglia el pasado 21 de septiembre, en diálogo con el programa radial Cómo Te Va, por AM 550 Colonia.
EXTRACTO DE LA NOTA PUBLICADA EN LA EDICIÓN 110 DE REVISTA 1986