El chico que vendía pan y leyó a Galeano
Recordamos una charla distinta con Carlos Sánchez, el uruguayo que conquistó a todos con sus goles y títulos. Su historia como panadero y su preferencia por la cumbia uruguaya. Mate, murga y su encuentro con el escritor uruguayo.
Le dicen “Carlitos” los que más conocen a este uruguayo amante del mate y la murga característica de su país. Es divertido, intrépido y siempre se muestra muy predispuesto cuando el grabador se prende. Cada vez que se cruzó con un cronista de Revista 1986 mostró su generosidad y su buena predisposición. Un sonrisa, un comentario, un chiste…
Un día le propusimos una entrevista distinta. Y como siempre, aceptó. Lo paramos dos minutos a la salida de un entrenamiento para que hable de otras cosas. Fue en junio de 2013. Después llegaron los triunfos, la gloria, los campeonatos, las transferencias, la selección y la chance de estar en un mundial como Rusia 2018. Las cosas cambiaron, pero la humildad de “Carlitos” se mantuvo intacta.
-¿Fuiste panadero de chico?.
-(Se ríe a carcajadas) ¿Cómo sabían eso?.
-Somos periodistas, Carlitos.
-Sí, es cierto. De chico laburé de panadero con mi viejo. Me levantaba a las 6 de la mañana. Amasaba el pan y luego salía. Yo era muy chico, pero había que ayudar. Fue una etapa hermosa. Estuve dos años haciendo eso. Desde mis 13 a mis 15 años. Esas enseñanzas me quedaron para toda la vida. Yo vendía el pan en un complejo de viviendas en Montevideo. Y vendíamos bien, ¿eh?
-Lo contás con emoción.
-Me pone muy contento acordarme de eso, de mis tiempos de panadero. Toda experiencia te deja algo.
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“Galeano me dijo que confiara en mí y nunca perdiera la humildad”
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-Tuviste una charla con el escritor Eduardo Galeano que te marcó mucho.
-Estoy orgulloso de haber conocido a mi compatriota. Un señor, un sabio. Me dio, a su estilo, consejos que me sirvieron para siempre. Que me marcaron. Me dijo que pase lo que pase, confiara en mí. Que escuche a la gente que me quiere, que va a querer lo mejor para mí. Que nunca pierda la humildad, pero que sepa que tengo lo mío para triunfar. El libro de Galeano que más me gustó es “El Fútbol a sol y sombra”. Hasta me hizo leer un párrafo de ese libro. Me moría de vergüenza. Galeano fue a Mendoza a dar una charla y a presentar uno de sus últimos libros. Y como presentaba el libro en el mismo hotel donde concentrábamos con Godoy Cruz, fui a la charla y lo conocí.
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-¿Música?.
-Escucho cumbias uruguayas, que son muy diferentes a las de acá. Son más románticas, me gusta eso.
-¿Sos murguero?
-Fui mucho a las murgas. ¿Cómo no voy a ir? (se ríe). Fui muchas veces. Esa fue la re- beldía más grande que hice. Me escapé un día para ir a la Llamada (el desfile de murgas por la Avenida 18 de Julio en Montevideo). Yo tenía 14 años. Tenía que ir sí o sí. Aunque mis padres no quisieran. Fui con unos ami- gos. Me escapé de mi casa por la ventana. Bailé en la 18 de Julio. Como loco. Estaba feliz. Llegué a las 5 de la mañana a mi casa. Me estaban buscando con patrulleros. Me dieron algunos cachetazos. Me lo merecía, pero cómo lo disfruté.
*Entrevista publicada en junio de 2013 en el #20 de Revista 1986. Todavía podes conseguir esta edición de colección en #Tienda86. Entrá acá.
Foto: Federico Peretti.