River fue la Selección
El día que la selección argentina fue integrada casi en su totalidad por jugadores de River. Amadeo Carrizo y un Angelito Labruna de 38 años. Un partido histórico.
Nunca falta aquel fanático agrandado que anuncia el partido de su equipo diciendo: “je, esta noche juega la Selección”. Hoy en día, al menos por estos lados, donde cada partido del representativo nacional significa el arribo a Ezeiza de un paisano de cada pueblo, imaginar la conformación de un equipo con jugadores del mismo club es algo poco menos que risueño. En determinada época y en ciertos países (sobre todo los del Este de Europa, Rumania, Hungría, URSS, Bulgaria, Yugoslavia) pocos equipos monopolizaron los jugadores de sus respectivas selecciones.
En Argentina la historia siempre fue mucho más repartida debido a la enorme presencia de buenos futbolistas en diversos clubes de gran prestigio y arraigo popular. Pero de todas formas, River Plate ha sido históricamente el mayor proveedor de elementos para el equipo nacional. Esa tendencia incontrastable alcanzó su pico en el año 1957, en la Eliminatoria Sudamericana para la Copa del Mundo de Suecia. En el partido jugado ante Bolivia en la cancha de Independiente de Avellaneda, 9 de los 11 que saltaron al terreno de juego eran jugadores de River Plate. Amadeo Carrizo; Alfredo Pérez, Federico Vairo, Néstor Rossi, Gilberto Sola, Eliseo Prado, Norberto Menéndez, Ángel Labruna -38 pirulos- y Roberto Zárate. Sólo Francisco Lombardo (Boca Jrs.) y Omar Orestes Corbatta (Racing) no vestían domingo tras domingo la banda roja.
Siete días antes, en ocasión del juego ante Chile, el DT Guillermo Stábile, había plantado el mismo equipo, pero con Pedro Dellacha en lugar de Alfredo Pérez. La realidad le daba la razón por aquellos días al entrenador argentino. River era por escándalo el mejor equipo del país, estaba a días de dar su quinta vuelta olímpica en seis años y se hallaba en el pináculo de un ciclo inolvidable para el Club. River era la imagen del Fútbol Argentino para el mundo, y la Selección lo reflejaba. Esta situación idílica, se contrastaría notablemente con lo que ocurriría apenas un año más tarde, con la eliminación catastrófica del combinado argentino en el Mundial de Suecia. Acontecimiento que significó un violento despertar para nuestro fútbol, que había vivido aislado del mapa mucho tiempo, y comprobaba cruelmente que se encontraba bastante lejos del nivel de los mejores del planeta.
River pagó muy cara la factura de ese fracaso por aquello de ser la cara visible del balompié nacional. Tanto que puede signarse aquella situación como el puntapié de inicio, para la larga noche de 18 años sin campeonatos. Ese partido de eliminatorias, jugado a cancha llena en la Doble Visera de Cemento, es histórico. Significó la mayor cantidad de jugadores de un mismo equipo jugando para la Selección en la era profesional. Argentina ganó 4-0. A los 8 minutos abrió la cuenta el “Mono” Zárate. En el complemento tres goles en tres minutos definieron el pleito. Corbatta a los 17, Prado a los 19, y Menéndez a los 20. Dirigió el suizo Raymond Wyssling, quién expulsó al “Negro” Sola de Argentina y a Brown, de Bolivia. Con el tiempo, Amadeo Carrizo, José Manuel Ramos Delgado, Ermindo Onega, Luis Artime y José Varacka, ganarían la Copa de las Naciones de 1964 en Brasil. El Pato Fillol, Daniel Passarella, Norberto Alonso, Oscar Ortiz y Leopoldo Luque obtendrían el Mundial de 1978. Nery Pumpido, Héctor Enrique y Oscar Ruggeri serían Campeones en México 86. Otros equipos. Otros jugadores. Otro club. Otros tiempos.