abajoHistorias monumentales

El Panita de la suerte

La historia del misterioso colombiano que festejó la Libertadores 2018 junto a los jugadores de River en el Bernabéu. Su relación con el título de 1996 y la frase que marcó al plantel de Gallardo.

Por Joaquín Ferrero *

Son muchos los colombianos que han dejado una marca en la historia del club de Núñez. El primero en llegar fue Juan Pablo Ángel, después lo siguieron Mario Yepes, Radamel Falcao, y los más recientes, como Carlos Carbonero, Teo Gutiérrez, Rafael Borré y Juan Fernando Quintero. Pero hubo un caso anterior, que quedará para siempre en la memoria del plantel que se coronó en la Copa Libertadores de 1996, y es la historia de John Freddy Rojas Díaz, de 38 años.

Algunos lo conocen como “Bilardo”, por cómo lo bautizaron el “Pibe” Valderrama y Bernardo Redín, por su parecido con el técnico argentino; otros lo conocen como “Pana”. La historia de John está ligada al fútbol, pero de la línea de cal para afuera, porque nunca fue futbolista, sino que siempre se interesó por estar en los vestuarios codeándose con los jugadores. Atlético Nacional, equipo favorito de su país, lo recibió con los brazos abiertos a los 9 años para comenzar su carrera como alcanzapelotas, y tiempo después, colaboraría con los utileros en la limpieza de los botines.

Cuando River fue a Paraguay para jugar con Guaraní, en 2017, entré a la Conmebol y en el museo me encuentro con la sorpresa de verme en esa foto

En 1989, el Pana tuvo su primera alegría, los verdolagas se coronaron por primera vez campeones de la Copa Libertadores. Ese equipo que dirigió Francisco Maturana y quedó en la historia como el equipo de “Puros criollos”, porque fue integrado únicamente por jugadores cafeteros. En sus filas se destacaron René Higuita, Andrés Escobar, Leonel Álvarez y los delanteros J. J. Tréllez y el “Palomo” Usuriaga. Supo ganarse la confianza de los jugadores a razón de su insistencia, porque Rojas Díaz se acercaba a los hoteles donde concentraban, se presentaba a los utileros, jugadores y dirigentes y les ofrecía su ayuda. “Yo les hacía los mandados, me daban plata e iba y les traía lo que quisieran”, cont,.ó en un medio reconocido de su país.

Siete años después, la final de la Libertadores se definía nuevamente, en Colombia, pero la disputaba su equipo archirrival, frente a un River que quedaría en la historia. En el primer enfrentamiento, en el estadio Pascual Guerrero, aquel 19 de junio, saltaba a la cancha el equipo de Ramón Díaz. En la foto del equipo formaban arriba con Díaz, Altamirano, Astrada, Ayala, Rivarola y Burgos; y abajo, Sorín, Almeyda, Francescoli, Ortega y Crespo. Pero faltó mencionar que junto a la Hormiga Díaz, el Pana posaba con la remera de entrenamiento. Esa postal quedó en el recuerdo y está en el Museo de la Conmebol en Paraguay. “Cuando River fue a Paraguay para jugar con Guaraní, en 2017, entré a la Conmebol y en el museo me encuentro con la sorpresa de verme en esa foto”, dijo en El Enganche. Si bien, ese día el resultado no favoreció al club de Núñez, porque perdió 1 a 0, el 26 de junio el Millonario se coronó en el Monumental y para el colombiano quedó un lazo con el campeón de América.

Con ese plantel ganó una confianza sorprendente, quien lo bautizó como “Pana” fue el Burrito, mientras que Hernán Díaz se divertía con su tonada. Marcelo Gallardo fue parte de ese plantel campeón. Raúl “Pichi” Quiroga, utilero del plantel, se encariñó con Rojas Díaz. Al año siguiente, River volvía a Colombia, en esa oportunidad para jugar contra Atlético Nacional, la semifinal de la Supercopa. Todavía, recuerda cómo siguió al micro con los jugadores hasta el hotel Intercontinental. Ahí se reencontró con Pichi Quiroga y lo llevó con los jugadores. El Pana tiró buena vibra, a pesar de que su equipo favorito en su niñez era el otro protagonista. Esos augurios hicieron que la dirigencia de River lo llevara a la definición de la competencia. “Los argentinos son muy cabuleros y un dirigente me dijo que como habían ganado, entonces me llevarían a los juegos de la final en Brasil frente a San Paulo y al Monumental”, agregó el Pana. De recuerdo, se llevó la 9 del Enzo y es una de sus favoritas, de toda la colección de camisetas que tiene.

John Rojas Díaz, por su carisma y persistencia, se ganó un lugar en el club donde trabajó por años, pero por su personalidad inquieta, conoció muchos clubes, hasta que pasó al cuerpo de utileros del Seleccionado Juvenil argentino y también, la mayor. En 2005, tuvo el privilegio de estar en el Sudamericano Sub-20 de Colombia, para prepararle la equipación con la que saltaría al campo de juego un tal Lionel Messi. Vivió el campeonato del mundo donde se coronaron estos pibes. Además del mejor jugador del planeta, se ganó el cariño de Javier Mascherano, Sergio Agüero, Pablo Zabaleta, Ángel Di María y Sergio Romero, lo que hizo que en 2014, el Pana estuviera en el Mundial de Brasil. “La muerte del periodista Jorge ‘Topo’ López, íntimo amigo de muchos de los jugadores, entre ellos Leo, fue un golpe anímico muy duro para el equipo. Si eso no hubiera ocurrido, tal vez nos ganábamos la Copa”, contó cómo casi un argentino más.

Fuera del deporte que hizo que recorriera todo el mundo, conociendo jugadores, planteles, estadios, porque el fútbol lo apasiona, tiene un local de comidas rápidas en Medellín, llamado El Pipo, en homenaje a su perro pitbull que ya no lo acompaña. Desde que Gallardo asumió como entrenador en River, el Pana tuvo que abandonar su negocio en varias oportunidades para viajar y compartir los triunfos más importantes del Millonario. En sus últimas hazañas estuvo en Porto Alegre y en Madrid. Pasan los años, pasan los jugadores, pero el Pana sigue presente.

Por como es el ser humano, uno suele intentar mufar al rival lanzando el nombre del cantante de los Rolling Stones, el ex presidente riojano, o el conocido “Quiricocho”. Sin embargo, son pocas las frases que transmiten buena vibra. El vestuario de River festejaba el título más importante de su historia en el Bernabeú y mientras Gonzalo Martínez transmitía en vivo por las redes sociales, Lucas Pratto lanzó a la cámara, “Atento al pelotazo”. Esta es la muletilla que bautizó el Panita de la Suerte y que sirve de talismán de la suerte en el Millonario.

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* Fuente Página 12, nota El “Pana”, el utilero de todos, escrita por Javier Lanza.

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