#CampeonesDeAmérica: 2018, la gloria eterna de la final contra Boca (Capítulo 4)

Un equipo con varios puntos altos y varias facetas futbolísticas. Supo jugar al fútbol y, en otras ocasiones, poner el pie cuando hacía falta. Marcelo Gallardo sería nuevamente, clave para dar la vuelta. Un ideólogo. Un estratega en el banco. Respecto a lo futbolístico, tendría diferentes planteos tácticos dependiendo sus rivales. Armani bajo los tres palos parecía imbatible. La línea de cuatro en el fondo diría presente en varios encuentros, pero también, impuso línea de cinco sumando a Martínez Quarta. En el medio tuvo mucha rotación. Cuando el capitán Leo Ponzio no estuvo presente, Enzo Pérez se adueñaría del mediocampo. La explosión de Palacios potenció el nivel de sus compañeros. Por izquierda, Pity Martínez, de gran torneo, fue desequilibrante. Y por derecha, alternaron Quintero, Fernández y Mayada. En la delantera dos hombres de experiencia: Lucas Pratto e Ignacio Scocco; además de la vitalidad de Borré, una revelación en el torneo.

–

Supo jugar al fútbol y, en otras ocasiones, poner el pie cuando hacía falta. Marcelo Gallardo sería nuevamente, clave para dar la vuelta. Un ideólogo. Un estratega en el banco.

–

El Muñeco supo implantar un chip en cada hombre de su plantel para que se sintieran ganadores. Cada cancha que pisaban, se hacían sentir más que su rival. Luego de una hazaña en Brasil, tocaría Boca en la final. Un partido que duró más de 30 días. La vuelta suspendida en Núñez, las operaciones cruzadas, la perdida de la localía. Nada de eso pudo con River. Un equipo con todas las letras que se impuso 3 a 1 en el Santiago Bernabéu. Un verdadero e histórico Campeón de América.

River: Armani; Montiel, Pinola, Maidana, Casco; Palacios, Ponzio, Enzo Pérez y Nacho Fernández ; Pity Martínez y Pratto.

DT: Matías Biscay (en cancha por la suspensión de Marcelo Gallardo que vio el partido desde la tribuna)